jueves, 16 de octubre de 2008

Análisis Pedagógico

La crisis de la FADU demuestra su debilidad institucional, su falta de respuestas a la masividad y a la realidad económica y productiva del país en 2008. Todos los profesores que integran el Consejo Directivo de la FADU utilizan el discurso del presupuesto escaso para esconder graves problemas de administración de recursos, que se corresponden con un nivel académico pobre. Hoy es el tiempo de refundar la Facultad de Arquitectura y Diseño sobre una política pedagógica que se ajuste a las necesidades de la industia argentina de 2008 y al modelo de distribución de la riqueza que propone el gobierno nacional.

La FADU necesita crear espacios académicos nuevos que la relacionen con las nuevas tecnologías digitales y con las nuevas formas de producción y distribución de conocimientos - redes sociales y comunidades online. La FADU necesita rescatar la práctica teórica de profesores e investigadores como Oscar Masotta, César Jannello, Mario Gandelsonas,
Norberto Chaves, Diana Agrest y Arnoldo Rivkin. Estos nombres son históricos de la UBA y definen el contorno de una escuela de diseñadores de Buenos Aires que hoy es ignorada por los arquitectos que gobiernan la FADU y que son los mismos que redactaron los contenidos del actual Plan de Estudios y la política de investigación institucional, vigente en 2008.

La decadencia institucional de la FADU esta directamente relacionada con la con la baja calidad de la enseñanza. Juan Manuel Borthagaray, Juan Molina y Vedia, Berardo Dujovne y Jorge Ramos son los referentes y al mismo tiempo los arquitectos del modelo pedagógico que se aplica en la FADU desde 1983 y que hoy está en una crisis terminal
(ninguno de ellos acredita producción teórica publicada en la red - son cuatro arquitectos "anteriores" a las redes sociales).

La actual crisis de la FADU también se vincula con la política de desmantelamiento ejecutada por el último gobierno de las FFAA: Las administraciones radicales que se sucedieron en el gobierno de la FADU a partir de 1983 no se interesaron en recuperar la identidad de la Facultad ni en investigar los ilícitos ocurridos dentro de sus instalaciones a partir de 1976. En 2008, la decadencia institucional de la FADU se relaciona con su falta de autocrítica y con una mala adminsitración, que esconde los privilegios de una burocracia universitaria muy politizada.

La FADU esta gobernada por un grupo de arquitectos que tiene por objetivo acumular poder político para imponer su modelo pedagógico y garantizar así sus espacios institucionales, que son más políticos que académicos. Estos gobernantes son acompañados por un numeroso grupo de "profesores-investigadores", que mayoritariamente no publica papers. Algunos arquitectos, quizás los "más comprometidos", cobran un increíble "bonus" -cargo extra- por ser "funcionarios del gobierno de la FADU" (una vergozosa "especialidad" de la FADU, "inventada" por los administradores radicales en los años 90).

El "modelo Borthagaray" fue implementado con el poder político que tenía Franja Morada en la década del ochenta. Casualmente, uno de los dirigentes más importantes de Franja Morada de aquella época es actualmente Consejero Profesor y es uno de los dirigentes más importantes de la Lista Reforma de la FADU: El arq. Martín Marcos (en los ochenta también se destacó en el claustro estudiantil el dirigente Andrés Borthagaray -hijo del arq. Juan Manuel-).

La FADU perdió 120 estudiantes y docentes y también una óptica nacional para entender los problemas educativos que presenta la universidad de masas. Los administradores que implementaron el actual modelo durante la últimas dos décadas ignoraron la experiencia pedagógica de la universidad de los años setenta.

El corte de la Avenida Cantilo realizado por grupos de profesionales de la política -que actuan dentro del Centro de Estudiantes de Arquitectura y Diseño dentro de la alianza oficialista que gobierna la facultad, demuestra el bajo nivel político de los aliados del actual Decano. No son pocos los universitarios que piensan que el arq. Jaime Sorín alentó los cortes de avenidas como una forma de presionar al Sr Ministro de Educación para conseguir más presupuesto (en algunas situaciones, el actual Decano no se diferencia políticamente de los dirigentes de la Lista Reforma).

El área de investigación de la FADU tienen asignado un importante presupuesto, que desde el año 1983, se reparte mayoritariamente entre proyectos y programas que le pertenecen al mismo grupo de arquitectos afines a la dirigencia radical. La FADU no solo tiene más secretarias, subsecretarías y no docentes que Derecho y que casi todas las facultades de la UBA, sino que también es la facultad que tiene más cargos políticos, según fuentes del Rectorado.

Y como en la FADU todo está sobredimensionado - o dimensionado de acuerdo a necesidades políticas y no académicas- también tiene más investigadores que muchas otras facultades. El presupuesto de investigación de la FADU se usa, en algunos casos, para pagar los servicios políticos de algunos arquitectos que no investigan nada. La pesada herencia de las malas administaciones radicales -que se iniciaron con la gestión de Juan Manuel Bothagaray en 1983- la carga en sus espaldas el actual Decano, sin embargo, el arq. Sorín parece estar más enojado con el Sr Ministro de Educación que con los históricos caciques radicales de la FADU, responsables de adminstraciones muy cuestionadas por distintos sectores de la comunidad que habita el Pabellón 3 de la Ciudad Universitaria.

El arq. Borthagaray fue recientemente galardonado con un Doctorado Honoris Causa por la UBA. Algunos intelectuales nacionales consideran irónicamente que la UBA premió al veterano dirigente radical por ser responsable del encubrimiento de ilícitos ocurridos en la FADU a partir de 1976. Borthagaray archivó el expediente de la Biblioteca en 1984, cuando era Decano, y ese expediente sigue freezeado hasta el día de hoy (desde el año 83 los dirigentes radicales intentan minimizar y justificar con pobres argumentos su negación a investigar las irregularidades ocurridas dentro de las instalaciones de la Facultad de Arquitectura, durante el último gobierno militar).

Algunos investigadores de carrera de la FADU creen que con ese "Doctorado Honoris Causa" otorgado a Borthagaray, la Lista Reforma intenta legitimar "su sucesión"; o dicho de otro modo, intenta garantizar que los colaboradores de Borthagaray "hereden su prestigio" y conserven el poder que tienen actualmente en la secretaría de investigación de la FADU, que administra el arq. Ramos.

El arquitecto Bothagaray es actualmente director del Instituto Superior de Urbanismo, Territorio y Ambiente, del Centro de creacion Asistida por Computador, del Centro de Investigacion Aplicada a la Percepcion Remota y del Centro de Informacion Metropolitana. Muchos estudiantes, graduados y profesores de la FADU sospechan que en 2008 el arq. Borthagaray es un anciano senil que solo presta su nombre y su apellido para que otros arquitectos administren los presupuestos que la FADU asigna a los espacios academicos anteriormente mencionados. Borthagaray tiene actualmente 80 años y según las actuales autoridades, tiene suficiente vitalidad y energía para dirigir simultáneamente, con idoneidad y profesionalismo, cuatro espacios académicos dedicados a la investigación.

En la FADU hay que revisar el presupuesto asignado al área de investigación de acuerdo a las nuevas políticas que se discutirán en la próxima Asamblea Universitaria. También en la FADU hace falta implementar, con carácter de urgente, un régimen semipresencial que funcione sobre una plataforma web, para reducir drásticamente el numeroso y poco calificado plantel de auxilares docentes, que mayoritariamente carece de una formación adecuada; plantel que es utilizado politicamente por las autoridades para justificar sus reclamos por partidas presupuestarias mas importantes.

Con el presupuesto que recibe la FADU de la UBA, las autoridades podrían realizar una excelente gestión educativa, si implementaran programas de enseñanza como los mencionados anteriormente. La situación actual de la FADU es caótica. La falta de autocrítica de las actuales autoridades es notable: Nadie en el Cuarto Piso de la FADU reconoce la decadencia y desactualización del actual modelo pedagógico, ni los graves problemas heredados de administraciones anteriores, ni el bajo nivel académico que se verifica en casi todas las carreras de grado.

Sin embargo, el problema central de la FADU, según sus propios dirigentes, se reduce a que necesitan imperiosamente Más Plata. Los representantes de la mayoría y también los de la minoría del Consejo Directivo están de acuerdo en éste punto: "El presupuesto es insuficiente". Tal vez. los actuales dirigentes tendrían que considerar que es insuficiente la capacidad del actual Consejo Directivo para resolver los graves problemas que tiene la FADU desde hace muchos años (la crisis de la FADU no es nueva). El actual modelo pedagógico, artesanal y liberal, con gran influencia de la historia del arte y la arquitectura, está agotado hace muchos años.

Una alternativa política para superar esta crisis institucional podría ser que el actual Consejo Directivo anticipe las elecciones de los tres claustros. Quizás, llegó la hora que las actuales autoridades den un paso al costado para permitir que una nueva dirigencia, que tenga talento, audacia y sólidos criterios nacionales para implementar políticas educativas, creativas y racionales -en sincronía con las actuales políticas oficiales- se ocupe de la conducción de la FADU con el objetivo de refundarla sobre nuevas pautas pedagógicas, sobre un nuevo Plan de Estudios que contemple nuevas materias de contenidos científicos y tecnológicos relacionadas con el Diseño y con la producción de objetos analógicos y digitales, y sobre una nueva política de investigación, supervisada por el Conicet.

La era de los dinosaurios - o del shuberoffismo residual- se está terminando en la FADU; por más que algunos dirigentes no lo quieran entender ni aceptar; por más "reconocimientos y distinciones" que el Rector de la UBA le otorgue a veteranos y seniles dirigentes "históricos" y por más que algunos estudiantes soberbios corten importantes avenidas en horas pico para asistir a clases públicas que se dictan frente del Palacio Pizzurno -como una "metodología de lucha" aceptada por el actual Consejo Directivo- que tiene por objetivo exigirle "más plata" al Sr Ministro de Educación.

Estamos en la era del diseño, de las redes sociales y de los contenidos distribuidos sobre plataforma web. Bienvenidos a la sociedad electrónica del tercer milenio!